La respuesta del espejo es un libro de bolsillo que trata sobre el tema de la auto-percepción.

El estudio se fundamenta en el pasaje bíblico encontrado en 1 Corintios 3:21 – 4:7 donde el apóstol Pablo le dice a la iglesia de Corinto que sus graves problemas estaban basados en el orgullo y la presunción. Así el autor pasa a explicar cómo la autoestima se ha vuelto un tema preponderante, no solo en estudios psicológicos sino también en el ambiente cristiano, donde se enseña que no se debe tener una alta autoestima, pero que también la baja autoestima es igual de destructiva.

Keller argumenta que ambas caras de la moneda son perjudiciales, no solo para uno sino para todos lo que rodean a aquel con tal condición. Y esto nos incluye a todos porque sin buscarlo terminamos indefectiblemente de un lado u otro de la balanza.

Lo que hay lograr, según el autor, no es bajar la alta autoestima ni subir la baja, sino dejar de prestarse tanta atención a uno mismo, abandonar el espejo como medida de prueba que nos otorgue seguridad y aceptación. El ejemplo a seguir es el de Pablo, quien luego de luchar contra la carne había aprendido a morir a sí mismo y ya no le afectaba lo que los demás pensaran de él pero tampoco cómo él podría llegar a auto-percibirse.

La respuesta del espejo llama a olvidarse de uno mismo, dejar atrás el ego y esperar el veredicto de Aquel por quien seremos justamente juzgados. Una realidad a la cual todos deberíamos enfrentarnos.

 

La respuesta del espejo

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La respuesta del espejo
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La respuesta del espejo es un libro de bolsillo que trata sobre el tema de la auto-percepción.

El estudio se fundamenta en el pasaje bíblico encontrado en 1 Corintios 3:21 – 4:7 donde el apóstol Pablo le dice a la iglesia de Corinto que sus graves problemas estaban basados en el orgullo y la presunción. Así el autor pasa a explicar cómo la autoestima se ha vuelto un tema preponderante, no solo en estudios psicológicos sino también en el ambiente cristiano, donde se enseña que no se debe tener una alta autoestima, pero que también la baja autoestima es igual de destructiva.

Keller argumenta que ambas caras de la moneda son perjudiciales, no solo para uno sino para todos lo que rodean a aquel con tal condición. Y esto nos incluye a todos porque sin buscarlo terminamos indefectiblemente de un lado u otro de la balanza.

Lo que hay lograr, según el autor, no es bajar la alta autoestima ni subir la baja, sino dejar de prestarse tanta atención a uno mismo, abandonar el espejo como medida de prueba que nos otorgue seguridad y aceptación. El ejemplo a seguir es el de Pablo, quien luego de luchar contra la carne había aprendido a morir a sí mismo y ya no le afectaba lo que los demás pensaran de él pero tampoco cómo él podría llegar a auto-percibirse.

La respuesta del espejo llama a olvidarse de uno mismo, dejar atrás el ego y esperar el veredicto de Aquel por quien seremos justamente juzgados. Una realidad a la cual todos deberíamos enfrentarnos.